Acerca del Rostro
La importancia del cuidado específico del cutis
Parece muy fácil. Sales fresca de la regadera, lista para humectar tu cuerpo, ¿por qué no usar tu crema para el cuerpo en tu rostro, cierto? No lo hagas. Créelo o no, los productos para el cuidado de la piel están formulados específicamente para las diferentes partes de tu cuerpo. Esto quiere decir que lo que es bueno para tus pies, espalda, piernas o manos no necesariamente es bueno para tu rostro. En efecto, nueve de diez veces, los productos que no son para tu rostro son perjudiciales para la piel del mismo. Esto es lo que puedes esperar si los usas:
Poros obstruidos
Tú no usarías yeso para pintar las paredes de tu recámara, ¿no es verdad? Imagínate el resultado (un acabado grueso y disparejo en la pared en vez de una superficie lisa). Al usar crema o loción para el cuerpo en tu rostro es básicamente lo mismo. La crema o loción para el cuerpo está formulada para aplicarse en la piel más gruesa y resistente que se encuentra abajo de tu cuello y escote, y la humectación penetra en los poros gradualmente. Si aplicas un humectante como ese en tu rostro, es muy probable que los poros se obstruyan, lo cual puede conducir a aparición de granos, espinillas y a que tu rostro tenga un aspecto marchito.
Piel irritada
La mayoría de los productos para el cuerpo (humectantes, jabones, limpiadoras, etc.) contienen fragancias, y es por eso que olemos tan bien cuando salimos de la regadera. Sin embargo, estos aromas agregados por lo general no son anti-comedogénicos. Estos aromas dulces agregados al producto pueden irritar tu cutis e incluso causar espinillas. El resultado es una piel irritada, manchada y con picazón. Adquiere productos que tengan un nivel de fragancia mucho menor que el de los productos para el cuerpo.
Áreas resecas
Los niveles de pH juegan un papel muy importante en el aspecto saludable, hidratado y radiante de tu piel, especialmente en la piel de tu rostro. El pH significa “hidrógeno en potencia”. La barrera protectora de la piel, que es conocida como el manto ácido, es responsable de mantener adentro grasas y humectación, bloqueando a la vez gérmenes, contaminación, toxinas y bacterias. El manto ácido de tu piel debe ser ligeramente ácido con un pH de 5.5 aproximadamente, pero cuando es muy alcalino la piel se vuelve seca y sensible. Esto mantiene tu piel combatiendo las enzimas que destruyen el colágeno y causan arrugas y piel flácida.
Usando jabón en tu rostro que está formulado para otras partes de tu cuerpo hará que ese nivel de pH desaparezca. Esto puede hacer que tu piel se reseque, le salgan escamas y luzca ajada, incluso si normalmente es grasa y propensa al acné. Un jabón especialmente formulado para el rostro mantendrá bien los niveles de pH y producirá un efecto de control en la aparición de granos. Por supuesto que es una inversión extra pero es una buena alternativa que debes considerar.
Infecciones
Y por último, pero ciertamente no menos importante, si tu piel es de alguna manera sensible, las cremas para el cuerpo y jabones que se usan en el rostro pueden causar infecciones. Éstas generalmente se manifiestan con un salpullido. Esto es debido a que los productos desarrollados para el rostro están diseñados específicamente para esa piel. Si usas un producto que no es hipoalergénico en una parte de tu cuerpo para la que no ha sido diseñado, prepárate para tener un resultado desagradable que ni a ti ni a tu piel les va a gustar.