Balance Vida-Trabajo... ¿Mito o Realidad?
Muchas mujeres dicen que la frase “balance vida-trabajo” no es más que una fantasía, en lugar de ser un reto alcanzable de la vida real. Sin embargo, Marla Beck, una coach en vida y carrera del Norte de California, quien principalmente trabaja con personas de tipo creativo, no está de acuerdo.
“La primera clave es cultivar una mente curiosa acerca de esto. Tienes que probar diferentes ideas y observar cómo te funcionan. Para la mayoría de las mujeres, un balance vida-trabajo es un proceso y lo tienes que tomar con calma para no juzgarte cuando sientes que tu vida está realmente fuera de control”. Pero si hoy es la locura, esta semana está loca, e incluso el trimestre también lo está ––la forma favorita de Beck de analizar el tiempo–– no significa que estará desbalanceada para siempre.
“Yo les enseño a mis clientes a pensar en trimestres, porque estos ofrecen mucha flexibilidad. Establece metas pequeñas trimestrales alcanzables, con la intensión de que tus prioridades y metas probablemente cambiarán de trimestre a trimestre”. Tal vez quieras esforzarte más trabajando más horas con el objetivo de alcanzar una meta de ventas superior, o llegar a más clientes este trimestre, pero el siguiente trimestre es la graduación de tu hija y trabajarás menos porque sabes que ella te necesita. “Para muchas mujeres, fijar metas basado en trimestres las mantiene enfocadas en su carrera, pero también obtienen la flexibilidad que necesitan para su hogar y su familia”.
Curiosamente, Beck dice que las mujeres no deben tener miedo de las limitaciones de tiempo o de convencerse de no asumir un proyecto porque sólo pueden trabajar un determinado número de horas al día. “Esto es un poco contradictorio, porque en realidad las limitaciones de tiempo pueden ser tus mejoras amigas. Cuando alguien sabe que sólo tiene hasta las 2pm y después de esta hora se vuelve a convertir en mamá, es increíble lo que logra. Yo veo que esto sucede todo el tiempo”.
Pero si verdaderamente lo que quieres es un balance, Beck sostiene que hay uno que no se puede negociar: tienes que disfrutar también. “Tú eres tu recurso más preciado. Tienes que invertir en ti misma como si fueras un talento”. Un talento por costumbre no dejaría de dormir, no dejaría de comer adecuadamente, ni dejaría de cuidar su salud. “Somos mucho más hermosas, más exitosas y más equilibradas cuando estamos descansadas y felices”.