Muchas mujeres se encuentran algunas veces en la incómoda posición de ganar más que sus parejas, lo cual genera la pregunta, “¿Debo preocuparme?” La clave para manejar este importante tema es estar conscientes de la situación, sin preocuparnos.
Hecho: Cerca de un 25% de las mujeres que trabajan con edades entre 18 y 65 años ganan más que sus esposos de acuerdo con datos de
American Community Survey. También en
Gender Identity and Relative Income within Households, la investigadora Marianne Bertrand y sus colegas en la University of Chicago Booth School of Business encontraron que muchas mujeres con alto potencial de devengar más que sus esposos –consciente o inconscientemente– deciden quedarse en sus hogares, tomar menos trabajos, o trabajar de medio tiempo, optando por no poner en peligro su relación para no llegar a tener un divorcio, dada la alta tasa estadística de divorcios de parejas cuando la mujer supera los ingresos del esposo.
Ahora que estás en la carrera de tus sueños con un enorme potencial económico, aquí te damos algunos consejos para manejar esta situación:
Habla sobre el hecho de que estás iniciando un nuevo y prometedor camino
Sin importar quien supera a quien, la meta ideal para cada pareja es que ambos tengan igualdad de acción en los asuntos relacionados con la familia, los gastos, eventos sociales, etc. Siendo ambos “jefes” de la familia es una meta elevada, pero se puede lograr evaluando con frecuencia el “estado de la familia.”
Reconoce que el trabajo del hogar será un problema
Odio darte esta noticia pero las esposas que superan los ingresos del marido con frecuencia terminan haciendo muchas más tareas domésticas, de acuerdo con U.S. Bureau of Labor Statistics
American Time Use Survey. Esta encuesta muestra que mientras los esposos dedican un promedio de 20.8 horas a la semana en tareas domésticas y cuidado de los niños, las esposas gastan 33.5 horas a la semana en estas actividades, por lo cual los investigadores creen que las esposas que superan los ingresos del marido y dedican más tiempo a las tareas del hogar, lo hacen para disminuir el miedo de ellos, lo cual sólo lleva a sentirse infelices, resentidas y cansadas, así que es mejor dividir dichas tareas justamente.
Discute la toma de decisiones económicas
La norma general establecida en un matrimonio ha sido que quien más aporta económicamente es quien toma las grandes decisiones económicas, pero esto debe cambiar. La sociedad en tu matrimonio debe ir más allá de la licencia matrimonial y las decisiones financieras deben ser hechas por la pareja, no en base a quién gana más. Habla sobre tus expectativas y de cómo se manejaba el dinero en tu familia de origen. Establezcan normas relacionadas con los gastos de la familia y háganse preguntas como: ¿Es de gran importancia si uno de los esposos quiere gastar $150 en unos boletos para un concierto o para comprar zapatos nuevos? ¿Crees que un activo como el de tu casa o condominio donde vives pertenece a una persona más que a la otra? ¿Debe esa persona entonces hacer la refinanciación o incluso tomar las decisiones sobre la decoración? Responde con sinceridad. Luego haz el borrador de un plan de decisiones económicas que se adapte a tu familia.
Consulta a un terapista
Si con frecuencia te encuentras en situaciones y argumentos acalorados sobre el dinero, las tareas del hogar, el poder económico, es hora de ver a un consejero que les ayude a encontrar soluciones innovadoras.